jueves, junio 14, 2007

SACARSE LA ESPINA

Indianápolis, el circuito en el que este fin de semana se disputa el Gran Premio de los Estados Unidos, es el peor lugar para que el español Fernando Alonso (McLaren-Mercedes) pueda sacarse le espina que le dejó clavada el de Canadá, una carrera en la que su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, le arrebató el liderato del Mundial de Fórmula Uno.
Sin apenas descanso entre una carrera y otra, Alonso llega a Indianápolis cargado de presión. El español, que fue séptimo en una carrera plagada de incidencias, perdió el primer puesto del campeonato el mismo día en el que Hamilton estrenó su casillero de victorias en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Y lo hace, además, a ocho puntos de Hamilton y poco días después de haber afirmado que nunca se ha sentido del todo cómodo en un equipo en el que sospecha que todo el apoyo de McLaren es para el inglés, un británico deslumbrante que milita en un equipo británico ansioso por ver a uno de los suyos en lo más alto.
Mal hace Alonso empezando con sus acostumbrados gimoteos tan pronto como el primer resultado le es desfavorable.
Le funcionó en Renault, pero allí no tenía rival. Giancarlo era el acompañante; la eterna promesa. Lewis es la gran esperanza de McLaren, Mercedes y del deporte del automovil en el Reino Unido desde que Nigel se proclamó campeón. Lo mismo que Fernando lo fue de Renault y de la afición española.
Alonso nunca ha salido satisfecho del circuito de Indianápolis, un trazado que ha visitado en cinco ocasiones y con el quinto puesto del año pasado como mejor resultado. Se trata del único podio que le falta.
El bicampeón mundial español compitió por primera vez en este legendario circuito, universalmente conocido por sus 500 Millas, en 2001, durante su etapa en Minardi ,no pudo terminar la carrera tras sufrir la rotura de un semieje cuando marchaba en la decimoséptima plaza.
Dos años más tarde, tras pasar 2002 como piloto de pruebas de Renualt, Alonso volvió a abandonar, esta vez por la rotura del motor de su R23 en un momento en el que ocupaba la séptima posición, una por detrás del lugar que ocupó en la formación de salida.
En 2004 fue un accidente el que acabó con las esperanzas de Alonso de obtener sus primer buen resultado en Indianápolis. El español abandonó cuando marchaba segundo y tras remontar desde la novena plaza de la parrilla de salida.
A la temporada siguiente fue sexto en la sesión de clasificación, pero al final no tomó la salida, al igual que el resto de pilotos cuyos monoplazas utilizaban neumáticos Michelin, debido al boicoteo de esto al gran premio por considerar que las ruedas elegidas por la marca francesa no eran seguros.
En uno de los mayores fiascos de la historia de la Fórmula Uno sólo tomaron la salida seis coches, los de las escuderías Ferrari, Jordan -hoy Spyker- y Minardi -actualmente Toro Rosso-, y se impuso, como no podía de ser otra forma, el alemán Michael Schumacher, por delante de su compañero de equipo, el brasileño Ruben Barrichello, ahora en Honda.
El año pasado Alonso por fin pudo cruzar la línea de meta, aunque lo hizo en la quinta posición tras una carrera en la que siempre estuvo en inferioridad mecánica y en la que nunca pudo luchar contra el poder exhibido entonces por el Ferrari de Michael Schumacher.
El año pasado Fernando Alonso llego a Indianápolis con una ventaja de 25 puntos, pero se marchó con una renta de 19, que posteriormente comenzó a disminuir y que cerca estuvo de privarle de su segundo título mundial.
El resultado de hace cuatro días en Montreal dejó claro que la lucha de Fernando Alonso no es sólo contra los Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen y el brasileño Felipe Massa, como se podía prever al principio del año. Ahora también tiene que pelear contra Hamilton, un piloto que carrera tras carrera deja en evidencia sus cualidades y que no ha abandonado el podio en sus seis primeras pruebas y ya sabe lo que es ganar un gran premio.
Otros que quieren revancha en Indianápolis son precisamente Raikkonen y Massa. El primero acabó quinto en Montreal tras una carrera anodina y el segundo fue descalificado por saltarse en rojo el semáforo de la calle de garajes. Así que llegan a Estados Unidos con más ganas que nunca de sacar tajada de un trazado que históricamente está considerado 'territorio ferrari'.

Los resultados de las últimas 10 carreras disputadas en EEUU han sido:

2006: Michael Schumacher (GER/Ferrari)
2005: Michael Schumacher (GER/Ferrari)
2004: Michael Schumacher (GER/Ferrari)
2003: Michael Schumacher (GER/Ferrari)
2002: Rubens Barrichello (BRA/Ferrari)
2001: Mika Häkkinen (FIN/McLaren-Mercedes)
2000: Michael Schumacher (GER/Ferrari)
1991 (Phoenix): Ayrton Senna (BRA/McLaren-Honda)
1990 (Phoenix): Ayrton Senna (BRA/McLaren-Honda)
1989 (Phoenix): Alain Prost (FRA/McLaren-Honda)

Quizás después de un apubullante dominio de Ferrari durante los últimos cinco años podamos ver a otra escuderia en lo alto del cajón (quin sabe si BMW puede estrenar su casillero en este escenario).

lunes, junio 11, 2007

HAMILTON NO ES BARRICHELLO

Llegados al primer tercio del mundial hay dos factores que destacan por encima del resto:

1.- Parece que esta temporada las victorias se repartirán entre Ferrari y Mclaren. Los segundos puestos e incluso los terceros van a ser claves para el cómputo final del campeonato. El tercer equipo en liza (BMW-Sauber) quizás se convierta en juez y parte del campeonato en función de las veces que puede colocarse entre los bólidos de Woking y los de Maranello.

2.- Hamilton ha llegado para correr y para ganar. Parece que la etapa de aprendizaje y aclimatación al equipo se llevaron a cabo durante los test invernales.
Alonso no va a tener un fiel escudero tipo Barrichello.
Rubens llegó a Ferrari donde Michael Schumacher reinaba y hacia funcionar a todo el equipo a su alrededor. Sabía cual era su papel dentro del equipo. Barrichello desempeñó a la perfección este cometido y tuvo su merecida recompensa con varias victorias.
Hamilton ha llegado a un equipo donde su compañero también es un recién llegado. Con un bagage de dos campeonatos del mundo a sus espaldas, pero nuevo como él al fin y al cabo. Y además, no está desmereciendo la confianza que Ron Dennis puso en él hace 10 años cuando lo descubrió en los circuitos de karting. La prensa española no debe ver a Lewis como el enemigo de Alonso. Deberían saber que todos son enemigos de todos. Todo piloto tiene como rivales al resto de compañeros de parrilla de salida. Al final de la carrera el jefe de equipo mirará tu posición final respecto al resto de participantes y respecto a tu compañero. No hay que buscar rivales ni dentro ni fuera del equipo. Ya tuvimos bastante los dos años anteriores con las comparaciones con Michael Schumacher para que este año intenten enfrentar a Alonso con Hamilton. Es lícito pensar que la prensa de cada pais (la británica y la española) intentará ensalzar y loar los logros de cada uno de sus pilotos, pero este deporte era un deporte de caballeros (pilotos e ingenieros), donde la prensa explicaba lo que pasaba en cada carrera a los pocos aficionados que seguíamos el mundial como podíamos. Ahora, se ha llevado este deporte a la gran masa y creen que la mejor manera de hacer acólitos es la de enfrentar a los pilotos y hacer ver que sólo “el nuestro” es el mejor y que cuando no gana es por culpa de los demás (del árbitro como suele pasar en el futbol). Los comentarios de los “expertos” de la “cadena amiga” no solo producen arcadas sino que además hacen sonrojar. Harian mejor en retransmitir las pruebas con pasión, pero con los ojos abiertos y deberían pensar que viéndoles hay algún que otro aficionado que ha visto y ha leido más de Fórmula 1 que ellos. No todos somos unos recien llegados y nos pueden engañar.